No es ninguna novedad que, desde hace tiempo, el sector de la alimentación está cambiando todos los procesos de embalaje. El objetivo principal es que estos cambios de embalaje cumplan con las normativas alimentarias. De esta forma, se garantiza que el producto no se contamina de ninguna migración procedente del embalaje.
No obstante, aunque el objetivo principal sea el comentado, la meta es diferente. Cada vez más, las empresas se están concienciando con el cuidado de el medioambiente y deciden buscar alternativas menos nocivas para el planeta.
El sector de la alimentación también está cambiando todos sus procesos, en la medida de lo posible. Por ejemplo, si hablamos de productos de un solo uso, podemos encontrar bandejas biodegradables aptas para la alimentación. Estas bandejas sustituyen a las que conocemos coloquialmente como “bandejas de plástico transparente”.
Día tras día, los departamentos de I+D se esfuerzan para encontrar alternativas sostenibles que sustituyan al plástico· A pesar de esto, todavía se trabaja con materiales que no tienen una alternativa 100%. biodegradable, dada su resistencia, su elasticidad y su fuerza y/o durabilidad.
Pongamos un ejemplo fácil:
Imaginemos que tenemos que enviar 10 palés, formados de cajas de cartón. Estas cajas de cartón van envueltas en film estirable. Gracias a este material, el palé queda fijado y no corremos el riesgo de que se desestabilice la carga debido al del movimiento del transporte.
Ahora que ya tenemos los palés montados y estables, tenemos que imaginar que viajan de Barcelona a Buenos Aires, pasando por distintas aduanas y por distintos sistemas de transporte.
Como estamos utilizando un film normal, estos palés no habrân sufrido ningún daño hasta el momento.
Desde que salen del almacén hasta que llegan a su destino pasan 20 días. Una vez llegan al almacén de destino, los 10 palés son almacenados. Se calcula que, en un año y medio la mercancía que llevan en su interior se comercializará.
Dado que el film estirable tiene un alta durabilidad y resistencia, cuando llegue el momento de desmontar nuestro palé, estará igual que cuando lo montaron·
Ahora imaginemos el mismo caso pero, en vez de utilizar film estirable, utilizamos un film biodegradable. Para empezar, nos encontraremos que la resistencia de este plástico biodegradable no es la misma resistencia que puede tener el film que estamos utilizando a día de hoy.
A parte de esto, el dato mâs importante a tener en cuenta con este tipo de materiales es que la mayoría de plásticos biodegradables se empiezan a descomponer a partir de los 12 meses.
Existen otros tipos de plásticos biodegradables que empiezan a descomponerse a partir de la séptima semana. Pero, en este caso, dado que necesitamos una mayor resistencia, nos quedaremos con el de caducidad de 1 año.
En el ejemplo que hemos puesto, decíamos que los palés no se comercializarán hasta pasado un año y medio. Nuestro gran problema con el film biodegradable es su caducidad· Si el palé tiene que estar montado durante un año y medio, y el film biodegradable se empieza a descomponer a partir de los 12 meses, lo más probable es que estos palés pierdan toda la resistencia que les proporciona el film y, consecuentemente, perderemos toda la estabilidad de la carga.
Ahora que ya sabemos el gran reto que tienen los departamentos de I+D, y lo difícil que está siendo encontrar una alternativa para cada uno de los plásticos que existen, no debemos pensar que no existe ninguna solución para aquellos plásticos que no cuentan con una versión biodegradable.
¿Qué alternativas encontramos para aquellos materiales plásticos que por ahora no tienen una alternativa biodegradable?
Como ya contamos en uno de nuestros artículos, existen 7 tipos de plásticos (consultar artículo). No todos los plásticos son 100% reciclables. Existen algunos que, por desgracia, no se pueden reciclar o que el proceso de reciclaje es muy costoso, tanto económicamente como para el medioambiente.
La alternativa principal es sustituir estos plásticos que no son reciclables 100% por otros que sí lo son.
Por ejemplo, una alternativa más sostenible es cambiar film de PVC por film de polietileno de baja densidad 100% reciclable. Es un tipo de plástico que, acompañado de la certificación alimentaria correspondiente, puede estar en contacto con alimentos. Es igual de resistente y elástico que el film de PVC, y tiene la misma calidad de protección.
Siempre y cuando, este material, una vez usado, se arroje al contenedor que le corresponde, le estaremos dando una segunda oportunidad, para convertirse en otro producto 100% reciclable.
En Vilapack somos expertos en asesoramiento de empresas decididas a dar un cambio más sostenible en todos sus procesos de embalaje. Disponemos de una amplia gama de alternativas biodegradables, biocompostables, ecológicas y sostenibles.
Si necesitas más información, no dudes en contactar con nosotros.